Este fin de semana tan largo para todos he tenido la visita de mi chico, y claro, aunque él viene mucho nunca había venido tanto tiempo, con lo que la ocasión exigía algo especial. Además de la visita al al secreto de Roma, del que ya os hablé, queríamos aprovechar que la ciudad eterna está, en estos días llena de actos que sólo se pueden ver una vez al año. Pudimos acudir a la ceremonia del Via Crucis el viernes por la noche. Tiene lugar al lado del Coliseo y cada año acude, obviamente, el Papa y muchísimos fieles para presenciar la lectura de las catorce estaciones del Via Crucis. Es una ceremonia emotiva, a la que recomiendo asistir si se está en Roma ese día, más que nada por su significado y porque el Coliseo está precioso rodeado de tanta gente con velas. Sin embargo, no esperéis representaciones. Es también bastante larga, nosotros no nos quedamos a toda la lectura.
Sin embargo, una de las cosas que más he disfrutado de este fin de semana ha sido la visita a Viterbo que nos propuso una amiga italiana. Viterbo es la segunda ciudad más grande de la región del Lazio, y está a 80 kilómetros de Roma, o lo que es lo mismo, una horita y media en tren desde la estación de San Pietro.
Es un sitio tranquilo, alejado del jaleo de Roma, y como acordamos definir entre nosotros, muy, muy medieval.
Viterbo es un lugar ideal para ir a pasar un domingo con amigos, y aprovechar para comer en el restaurante Il Laberinto, en la Piazza de Gesù, unos gnocchis con tartufo y porcini. Los mejores que me he comido en Italia. El tiramisú del postre estaba también buenísimo (lo que os decía, la operación bikini este año no va a tener mucho sentido!)
Tras la comida pudimos pasear por el pueblo y descubrir algunos de sus rincones más curiosos. Una de las cosas que más nos llamó la atención fue la escultura de la Macchina de la Santa Rosa, que conmemora una festividad que cada 3 de septiembre tiene lugar en Viterbo, en la que 100 hombres cargan sobre sus hombros la Macchina, que sería una especia de columna de 30 metros de altura y 3 toneladas de peso. Nuestra amiga nos dijo que, a veces, muere gente.
Y al volver a Roma, nada mejor que un paseíto hacia San Pietro para rebajar los gnocchis, y de paso ver lo bonita que estaba la plaza tras la misa del domingo de Resurreción. Además, ya se empieza a notar en el ambiente que en una semana se celebrará la ceremonia de beatificación de Juan Pablo II, y la plaza no sólo está cada vez más cuidada, sino también mucho más llena de turistas de todos los lugares del mundo.
Y vosotros, ¿qué tal habéis pasado la Semana Santa? ¿Alguna recomendación para el año que viene?
Un beso!
Que buena pinta tiene Viterbo!!Yo de los alrededores visite Bracciano, Villa D´Este y Villa Adriana y Perugia (q fui el dia de la fiesta del chocolate mmmm) tu sigue exprimiendo al maximo la experiencia
ResponderEliminar¡Qué bonito! de los alrededores de Roma solo he estado en Villa Adriana, así que me lo apunto.
ResponderEliminarSoy de Barcelona, y por aquí no se lleva mucho lo de las procesiones así que lo máximo que he hecho en semana santa es comer chocolate como una loca (el lunes de pascua los padrinos regalan una figura de chocolate) jajaja
M*
La verdad es que cuando voy a Roma me suelo quedar alli porque me encanta pasear y descubrir esos lugares que solo sueles encontrarte cunado paseas pero apuntare Viterbo en la lista...
ResponderEliminarBesis guapa
Esta Semana Santa también la he pasado aquí en Roma, pero no he salido más que para ir de comilona en comilona, jejeje. En Viterbo no he estado, y eso que queda cerquita. Últimamente tenemos poco tiempo para excursiones!
ResponderEliminarOHHH, yo hice el erasmus en turin, así que italia en general me emociona... I feel que me va a encantar tu blog!
ResponderEliminarbesos
Qué bonitas fotos, parecen de otra época :)
ResponderEliminarsin palabras frente al tiramisú jajaja
gracias por tu visita y un beso!